Una Anecdota Cinematografica (1)
Había un director de cine muy soberbio. Se creia tan, pero tan bueno, que dicen (esto me lo contó un staff) que dirigía por teléfono a sus actores. Que en pantuflas ó alpargatas, se sentaba muy a gusto en su cocina y después de leer el periódico, mientras se comia unos waffles con miel de maple le llamaba al asistente de dirección para darle las primeras órdenes del día. Y después le tenía que mandar fotos del set por e-mail a su laptop y así aprobaba el encuadre. Después ponían un teléfono en speaker y daba indicaciones a los actores. Por lo general eran muy precisas: "Tienes que mirar como Rita Hayworth en la secuencia 16, encuadre tercero en Gilda, y girar la cabeza como Giulietta Massina en la secuencia 32 encuadre primero de Julieta de los Espiritus."
Y así filmaba.
Lo malo fue que si iba en persona a recibir sus premios, con lo cual se volvió insoportable. Y entró en 4534 consejos técnicos de todos lados donde le dieron carácter de vaca sagrada y todo mundo decía que era el ente más genial que existía.
Lo malo (Para él) es que se suicidó cuando Ayala Blanco lo llamó "Morón".
Y así filmaba.
Lo malo fue que si iba en persona a recibir sus premios, con lo cual se volvió insoportable. Y entró en 4534 consejos técnicos de todos lados donde le dieron carácter de vaca sagrada y todo mundo decía que era el ente más genial que existía.
Lo malo (Para él) es que se suicidó cuando Ayala Blanco lo llamó "Morón".
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